miércoles, 16 de julio de 2008

Coches clásicos

Era toda una realeza, una auténtica mecenas de las artes,

decía que los mejores cantantes de country mueren en la parte de atrás de coches clásicos.

De ahí que si alguna vez desesperaba por una guitarra o una funda

sólo tenía que pensar en ellos abandonados en la oscuridad.

Me acosté varias veces a su lado, en una cama digna de una reina.

Decía que la besaba diferente, que todos los hombres de su edad eran odiosos.

Me dio todo cuanto que quise, vaya generosidad:

tomé todo lo que pude, era gratis.

Ahora el cielo es un vaquero rasgado y las nubes salpicones de pintura,

la habitación que estoy renovando, el nombre que debo cambiar.

Si consigo salir de California, voy a volver mi estado natal

a contarle a todo el mundo el error que cometí.

Y aún sigo buscando esa fe ciega,

encendiéndole velas a un santo cínico

que se divierte viendo moscas estrellarse contra el mosquitero.

Puedes perder la razón intentando escapar

de la aterradora paradoja del día a día.

Si no puedes entender algo es mejor que le tengas miedo.

El mundo entero te adora si eres un elegante camaleón.

De círculo en círculo, no había nadie a quien no tratase.

Pero a la hora de dirigir negocios, solía mentir sobre su origen,

diciendo: “la vida es como es no como era”.

Aprendí a escuchar, como si hubiera vuelto al colegio.

Podía pasarse horas hablando sobres las fases de la luna,

decía: “Todo es cíclico, no tienes más que dejar que venga a ti,

que cuando lo haga ya sabrás lo que hacer”

Sin apenas darme cuenta, supongo que seguí su consejo,

y pintar su puerta principal me pareció el adiós más oportuno.

No me ocurre muy a menudo, pero a veces pienso en ella,

como algo pintoresco: un par de barcos en mitad de la noche.

Y me sigo moviendo a un ritmo glacial,

trazando círculos en un laberinto de recuerdos.

He hecho un nuevo modelo de la máscara fúnebre que cubrirá mi cara.

Tuve que cambiar la combinación de la caja fuerte,

esconderlo todo detrás de la pared, hacer esperar a la gente

y no volver a confiar jamás en un corazón que está tan dado de sí que no puede romperse.


Bright Eyes - Classic cars


1 comentario:

Ve. dijo...

Revisando Cassadaga por lo que veo...

Casi te envidio más por ver a Morente y LN que por Cohen, el día de la música tocaron aquí y tuve que perdérmelos (obligada a ello!).

Pásalo bien, traete las orejas llenas de música.

:)