sábado, 29 de noviembre de 2008

La distancia adecuada


No se puede vivir desesperado toda una vida, el cuerpo termina doblegándose, el dolor termina haciéndose insoportable, la lucidez se escapa en grandes chorros fríos. El lector desesperado (más aún el lector de poesía desesperado, ése es insoportable, créanme) acaba por desentenderse de los libros, acaba ineluctiblemente convirtiéndose en desesperado a secas.

Roberto Bolaño - Los detectives salvajes

Qué difícil es guardar la distancia (estética) adecuada, que difícil no desgarrarse los nudillos con los dientes escuchando esta canción.

Nacho Vegas - Morir o matar


martes, 25 de noviembre de 2008

Un ambicioso plan



Fumar cigarrillos se ha convertido en la única parte de verdadera libertad en mi existencia. La única acción con la que me comprometo plenamente, con todo mi ser. Mi único proyecto.

Michel Houellebecq - Ampliación del campo de batalla

Nacho Vegas - Etcétera

lunes, 24 de noviembre de 2008

El mar y el tiempo



Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaran cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran en Horacio y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.

Gabriel García Márquez - Cien años de soledad

Jabier Muguruza - Chelsea Hotel


jueves, 20 de noviembre de 2008

xixon sound




And if I know wehere to find you
I'll stay out of your way
I won't come beg to borrow all the happiness you've earn

Pauline en la playa - Rumbo Norte

domingo, 16 de noviembre de 2008

Bumerán, bumerán


Desde aquella cima mísera de ruinas vacías de sentimientos pude vislumbrar mi propia vida extendiéndose hasta un futuro remoto. Se asemejaba a las desoladas escenas de planetas deshabitados que aparecían en las ilustraciones de las novelas de ciencia ficción que leía de pequeño. No había ninguna señal de vida. Los días eran todos terriblemente largos, la temperatura de la atmósfera era tórrida o gélida. El vehículo que me había llevado hasta allí había desaparecido sin que yo me diera cuenta. No podía ir a ninguna otra parte. Lo único que podía hacer era ir sobreviviendo en aquel lugar valéndome de mis propias fuerzas.

Haruki Murakami - Sputnik, mi amor

Lou Reed - Satellite of love

sábado, 15 de noviembre de 2008

There is no such thing in life as normal


-Espera un momento -atajó Sumire después de una pequeña pausa-. ¿Tú haces siempre el amor imaginándote un pepino dentro de la nevera una tarde de verano?
-No siempre.
-¿Pero sí a veces?
-A veces sí -reconocí.
Sumire hizo una mueca y sacudió varias veces la cabeza.
-Eres más raro de lo que pareces.
-Todos los seres humanos tenemos nuestras rarezas -repliqué yo.

Haruki Murakami - Sputnik, mi amor

Morrissey - The youngest was the most loved

miércoles, 5 de noviembre de 2008

El poeta es un fingidor


No hay lugar para mí, piensa Sebastían, pero no con la altivez de los desterrados, sino con la tristeza de quien comprende que no es en realidad merecedor de un lugar propio. También es consciente, porque no es tonto del todo, de que la superioridad insensata que mostró en otro tiempo a la hora de despreciar el lugar de los demás le está pasando factura. Cuando por fin se ha dado cuenta de que el lugar de los demás era también el suyo, los demás ya se han ido, si no en la realidad, sí al menos en el territorio de sus sueños. Su incapacidad para ahora ingresar de nuevo en el agitado magma de las cosas reales, tiene mucho que ver con su incapacidad para merecerlo o desearlo. No es que Sebastián se neiegue nada, es que ha conseguido ignorarlo todo. Ni es inocente ni logra, como logran otros y a la ligera, reinventar su inocencia, pues carece por completo de la energía o la fe suficientes para poblar ese bosque de culpables que nos salva del fuego.

Ray Loriga - Ya sólo habla de amor

Christina Rosenvinge - Nadie como tú.

lunes, 3 de noviembre de 2008

idiot wind


La tribu de los niños topo tenía dos particularidesd físicas que llamaban la atención al primer vistazo; eran pequeñitos, como niños y tenían todos cara de topo. Pascal Simbreud, que así se llamaba el aventurero belga, no tenía más que buenas palabras para aquella gente y, sin embargo, durante todo el tiempo que convivió con ellos, algo más de dos años, no pudo evitar ni un solo día una incómoda sensación de superioridad (que traía consigo sus buenas dosis de culpabilidad), basada únicamente en el ejercicio diario de enfrentar su normalidad a la extravagancia de aquellos
"serecillos". He aquí la paradoja que se conoce desde entonces como "Efecto Mozambique". El elemento extraño, en este caso, el aventurero belga, vive convencido de lo extraño de su entorno, en este caso, la tribu de los niños topo, sin darse cuenta de que él constituye precisamente la excepción y los demás, la norma.

Ray Loriga - El hombre que inventó Manhattan

PJ Harvey - Shame