sábado, 28 de marzo de 2009

Estas noches encerrado en casa


En vez de rastrear por esas calles
En vez de regresar por la mañana
Escucho algunos discos de antes

Leonard Cohen - Last year's man

martes, 24 de marzo de 2009

sorry doesn't help


Que lamentarse ante el mundo sea inútil y perjudicial, es positivo. Queda por ver si no es igualmente inútil y perjudicial lamentarse ante uno mismo. Evidentemente. en realidad, no se lamentará ante sí para moverse a sí mismo a piedad, lo que no significaría nada, dado que, por definición, la piedad es el voluptuoso connubio de dos espíritus. ¿Para qué entonces? No para obterner favores, que el unico favor que un espíritu puede hacerse a sí mismo es concederse indulgencia, y cada cual ve cuán perjudicial es que la voluntad sea indulgente con la propia lamentable debilidad.
Queda el que se haga por sacar verdades del propio corazón ablandado por la ternura. Pero la experiencia enseña que las verdades afloran sólo ante la pacífica y severa indagación que detiene a la conciencia en una inesperada actitud y la ve, como un filme que se parase de golpe, estupefacta pero no conmovida.
Conque basta.

[...]

Esfuerzo de equipar el yo objetivo a los otros para: liberarnos de la falsa ventaja que la singularidad de ser nosotros le concede a nuesto yo; desconcertar a la maudlin self-pity y la cancerosa importancia que asumen todos nuestros humores ante el ojo íntimo; tratarnos utilitariamente, como utilitariamente tratamos a los demás.

Todo lo más conmoverse por los demás, nunca por uno mismo.
To pity others perhaps, never to pity one's self.
(Conmoverse significa también irritarse.)
Émouve-toi, si tu veux, sur les autres, ne t'émouve jamais sur toimeme.
Be touched by others, don't be touched by yourself.

Cesare Pavese, El oficio de vivir

Nacho Vegas - La magnitud de la tragedia

sábado, 14 de marzo de 2009

mundo marino


(Foto de Al Betrayal)

"Pasé tres días extraños, sintiéndome como si estuviese andando por el fondo del mar. Cuando alguien me hablaba, no entendía lo que me estaba diciendo; cuando yo hablaba a alguien, éste no me entendía. Como si me envolviera una espesa membrana. Me impedía entrar en contacto con el mundo que me rodeaba. Al mismo tiempo, la gente no podía tocar mi piel. Yo carecía de fuerzas, pero, mientras me protegiera la membrana, no tenían poder alguno sobre mí."

Haruki Murakami, Tokio Blues


Nacho Vegas - Canción de palacio #7

sábado, 7 de marzo de 2009

tentativa de escribir lo que escribiría si escribiera



Que la suerte pende de un hilo decía la chica rubia en la pantalla y tú ignorabas lo premonitoria que podía ser una película indie americana. "Disfruta hasta que se rompa", "aprovecha el momento"... Lugar común. Filosofía deslucida por mil labios mal pintados que a ti, flotando en la ingravidez de una cama de 1,50 compartida, te sonaba tan inofensiva y hueca como el eslogan de una campaña contra la drogadicción. Pero el hilo se rompió y ahora tu vida es el más común de los lugares. Se acabaron los paseos por la luna, la palabra translúcida, la piel suave, el remanso de paz en los vértices del calendario y el cobijo impermeable contra tu propia tormenta. Y es inútil preguntarse quién saboteó aquella cama, porque tú mismo sabes que todo lo que sube tiene que bajar y tu suerte es un cliché en boca de nadie. Así que anuda el cabo desgarrado, aderézate la bilis con sardonia y acostúmbrate a vivir en blanco y negro. Y dale la bienvenida al tedio, a la roca de Sísifo insoportablemente leve, a después de tantos años, Houellebeq, el stilnox; a la china de su recuerdo en la plantilla del zapato y a vivir a ras de la más pura soledad. Porque ahora sabes que no hay hilo que te sostenga, y las marionetas mancas no pueden volar.

Morrissey - One day goodbye will be farewell