miércoles, 3 de septiembre de 2008

factotum

- Ya veo que te está sabiendo a gloria el cigarro.
Muevo la cabeza negándolo.
- No, no lo niegues. Pues te voy a decir una cosa: me parece cojonudo.
Sí señor, cojonudo, cojonudo que está el cigarro. Bueno, y ahora a esperar la bronca. Porque fijo que ahora me va a montar una bronca. Sólo espero que esta vez me insulte con más gracia, porque lo de gilipollas, cabrón, imbécil, mierda, hijodeputa, que si tienes una polla de mierda, que si qué pocos cojones tienes, inútil, poco macho, poco hombre, desgraciado, mamón, tontodelculo, insensible, tontedelhaba, pocapolla y subnormal, la verdad es que no me afecta demadiado ya.
- A ti lo que te pasa es que no le echas cojones que y que tienes una polla de mierda -dice.
Nada, lo de siempre. Me miro la polla y me sonrío. La puta, si es que tiene razón, es realmente una polla de mierda. De todas formas ya me he acostumbrado a verla así. Son muchos años de ir a mear con ella. Y de masturbarme con ella. Probablemnte nos conzcamos mejor por lo de las pajas. Deben de ser varios cientos de miles ya. Y, joder, para ser sinceros, disfrutamos más los dos solos que con la guarra de tía esta. Siempre nos hace quedar en mal lugar.

Félix Romeo, Amarillo

Smog - To be of use

4 comentarios:

juanito dijo...

jaja, que bueno tío

Ve. dijo...

Con Calamaro me quedé en "El cantante" y no he vuelto a querer saber más de él.

Y como muestra de dolor bien llevado, y canciones heridas e hirientes, Honestidad Brutal de vez en cuando.

juanito dijo...

pues a ambos os digo yo que el último está bastante bien, sin llegar a ser lo que lo otros pero....

mr.tambourine dijo...

Yo juro que con "La lengua popular" hice el esfuerzo pero no pude con él. Salvo "Carnaval de Brasil", que sí que me pareció un medio tiempo con punch e interesante como desmitificación del concepto de dolor como fuente de inspiración, el resto del disco lo vi lleno de rock anodino y folklore latino de garrafón. Quizás debería haberle dado alguna oportunidad más, pero, en fin, creo que dedicarle más de tres o cuatro escuchas a un disco que no te gusta, se convierte en ejercicio de masoquismo : )