Bebo café descafeniado
con leche y dos de azucar.
No le veo sentido
a quedarme despierto viendo la tele
Desenchufo el neón.
Desconecto el timbre del teléfono.
Lanzo mis pensamientos como tomahawks
a un mundo del que reniego.
Porque la almohada en la que sueño
es el umbral de un reino.
Es el umbral de un mundo
en el que estoy contigo.
Es un secreto oscuro y glacial
que tiene que ver con el cielo
y lo que parece sueño
es intensa persecución.
Retengo tu imagen en mi mente.
Me abriga cuando tengo frío.
Me levanta, me echa a andar.
Me hace cuestionar lo que me dicen.
En algún lugar de un atlas nebuloso
¡atentos monataña y mar!
La vida lleva su tiempo,
después el tiempo se lleva la vida.
El siguiente paso depende de mí.
Porque la almohada en la que sueño
conduce a una prodigiosa gloria.
Es el umbral de un mundo
que no puedo ignorar.
Como tiempo revelado en el cielo,
¿me encontraste durmiendo en tu portal?
He venido para quedarme.
No te dejaré jamás.
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