domingo, 28 de diciembre de 2008

Desaparezca aquí


Envejecer tal vez tenga su gracia, pero también es cierto que envejecer sirve para comprobar que hemos caminado y que el tiempo ha caminado con nosotros, sirve para comprobar que hemos avazado por dunas movedizas que en apariencia nos han conducido al término de un trayecto y nos han situado en la punta avazada de un desierto donde, al volver la vista atrás e intentar recuperar algo de nuestra calle de Arthur, sólo podremos ver un viejo camino en el que el Tiempo ha escrito el fin abrupto de nuestro mundo, del mundo. Sabemos que es el fin del mundo si avanzamos. Sabemos que si damos un paso más allá, desapareceremos. Y nos planteamos darlo, pues pensamos que es lo mejor, recordamos que ya ese paso lo dieron otros antes, y esos otros fueron siempre nuestros exploradores favoritos, los que admirábamos tuanto cuando les veíamos difuminarse en las tenaces sombras del vacío.


Enrique Vila-Matas, Doctor Pasavento

Bright Eyes - Tereza and Tomas

martes, 23 de diciembre de 2008

¿acaso no es más hermoso soñar con martinis que bebérselos?


Los buenos catadores que toman el dry martini muy seco, incluso han llegado a decir que basta con dejar que un rayo de sol pase a través de una botella de "Noilly-Prat" antes de dar en la copa de ginebra. Hubo una época en la que en Norteamérica se decía que un buen dry-martini debe parecerse a la concepción de la Virgen. Efectivamente, ya se sabe que, según santo Tomás de Aquino, el poder generador del Espíritu Santo pasó a través del himen de la Virgen "como un rayo de sol atraviesa un cristal, sin romperlo". Pues el "Noilly Prat" lo mismo.

Luis Buñuel, Mi último suspiro

Bob Dylan - Visions of Johanna

jueves, 18 de diciembre de 2008

most of the time



"Si hay un tipo de soledad que ha sido secularmente tratado en la literatura, es la que viene producida por el abandono de la persona amada. Y es que este tipo de soledad es particularmente temible por el ser humano, ese ver derrumbado el ya viejo "orden" emocional, ese tener que enfrentarse una y otra vez con la memoria, esa sencación de, como en el ajedrez, haber hecho una mala jugada que definitivamente ha desbaratado todas las metas propuestas para el futuro"


Felix Romeo, Amarillo

Jacob Golden - On a Saturday

viernes, 12 de diciembre de 2008

... and go to Innisfree



- Tengo unos ciento ochenta dólares -le dije-. Puedo sacarlos del banco mañana en cuanto abran y luego ir a buscar el coche de ese tío. De verdad. Viviremos en cabañas y sitios así hasta que se nos acabe el dinero. Luego buscaré trabajo en alguna parte y viviremos cerca de un río. Nos casaremos y en el invierno yo cortaré la leña y todo eso. Ya verás. Lo pasaremos formidable. ¿Qué dices? Vamos, ¿qué dices? ¿Te vienes conmigo? ¡Por favor!


J.D. Salinger, El guardián entre el centeno

Clem Snide - All green

domingo, 7 de diciembre de 2008

es drú ju lo




Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.

En mis tiempos tamién escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Cuando hay amor, las cartas de amor
tienen que ser
ridículas.

Y es que, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito jamás
cartas de amor
son las que son
ridículas.

Quien volviera a aquel tiempo en que escribí,
sin darme cuenta,
cartas de amor
ridículas.

Las verdad es que hoy
mis recuerdos
de aquellas cartas de amor
son los que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas)

Fernando Pessoa, Antología de Álvaro de Campos.



miércoles, 3 de diciembre de 2008

Punch Drunk Love



Nadie nos pide que vivamos "la vida en rosa", pero tampoco la desesperación en negro. Como dice el proverbio chino, ningún hombre puede evitar que el pájaro oculto de la tristeza vuele sobre su cabeza, pero sí puede impedir que anide en su cabellera.

Enrique Vila-Matas, Paris no se acaba nunca

Nacho Vegas - Nuevas mañanas

martes, 2 de diciembre de 2008

Idiot Wind



No; tú no eres grande ni generoso. Tú no estás lleno de ese supuesto amor a las criaturas. Tú eres cobarde, sensual y egoista. Toda tu pretendida grandeza no pasa de la intención: luego, tú mismo te asustas de ella y quieres borrar las palabras que dijiste en tus momentos efusivos, porque tus exaltaciones son semejantes a las borracheras y no tienen la solidez de la bondad tranquila. (...) Tu falsa amorosidad es una ansia de que los demás se fijen en ti y te celebren. Eres una contradicción grotesca y dolorosa. Eres un conrazón con hemorroides.

Fíodor Dostoievski, Memorias del subsuelo


Nacho Vegas - Un desastre manifiesto

lunes, 1 de diciembre de 2008

Sólo la metáfora nos facilita la evasión


Bruno, toda mi vida he buscado en mi música que esa puerta se abriera al fin. Una nada una rajita... Me acuerdo en Nueva York, una noche... Un vestido rojo. Sí, rojo, y le quedaba precioso. Bueno, una noche estábamos con Miles y Hal... llevábamos yo creo que una hora dándole a lo mismo, solos, tan felices... Miles tocó algo tan hermoso que casi me tira de la silla, y entonces me largué, cerré los ojos, volaba. Burno, te juro que volaba... Me oía como si desde un sitio lejanísimo pero dentro de mí mismo, al lado de mí mismo, alguien estuviera de pie... No exactamente alguien... Mira la botella, es increíble cómo cabezea... No era alguien, uno busca comparaciones... Era la seguridad, el encuentro, como en algunos sueños, ¿no te parece?, cuando todo está resuelto. Lan y las chicas te esperan con un pavo al horno, en el auto no atrapas ninguna luz roja, todo va dulce como una bola de billar. Y lo que había a mi lado era como yo mismo pero sin ocupar ningún sitio, sin estar en Nueva York, y sobre todo sin tiempo, sin que hubiese después... Por un rato no hubo más que siempre...


Julio Cortázar, El Perseguidor


Nacho Vegas - Detener el tiempo